- ¿De qué vas a querer la pizza? -le pregunte en el coche, camino de la zona de la malagueta.
- Eres la de las pizzas, que tengo una dieta que seguir.
- A mi me puedes decir que no, pero a una pizza barbacoa con extra de carne.... No te puedes resistir.
- Eres una gorda.. Pero no, no puedo resistirme.
- ¿Eso quiere decir una pizza barbacoa para las dos? -pregunté
- Sí.
- ¡¡Toma!! -dije dando palmadas, sin quitar la vista de la carretera.
- Que idiota eres, de verdad...
- Pero te encanto.
- Mucho. -dijo apretando mi mano.
Compré la pizza en un restaurante llamado Rancho, que hacía las mejores pizzas que había probado. Era muy famoso, a mis hermanos y a mi nos encantaba ir en verano. La ambientación que tiene está increíble.
Salí del restaurante y la vi fumando, apoyada sobre la puerta del coche. Estaba tan sumamente sexy que no sabía cómo controlar mis ganas de saborear cada parte de su cuerpo.
- Ya se por qué está prohibido fumar. -dije acercándome a ella.
- ¿Por qué?
- Porque te hace tan sexy que debe de ser hasta ilegal.
- Me encantas tanto. - dijo atrayéndome hacía ella, besándome con fuerza.
- Gorda, -dije separándome de sus exquisitos labios.- estamos en mitad de la calle. Nos pueden ver.
- Me da igual. -dijo volviendo a tirar de mi. Ella y sus tirones de camiseta que me vuelven loca.
Fuimos a el mirador de Gibralfaro. Desde allí se veía toda Málaga. Y de noche, ver la ciudad encendida resultaba realmente bonito. Nos comimos la pizza, haciendo el tonto y picándonos para no variar. Estábamos solas. Solo ella y yo. Solo mis ganas de ella y sus ganas de mi. Nuestras miradas se decían tanto. Se encontraban en cada cruce. Malú posó sus piernas sobre las mías y se abrazó a mi cuerpo.
- Vane...
- Dime amor.
- Tengo miedo...
- ¿De qué?
- De que desaparezcas, de que no quieras saber nada de mi, de que te vayas.
- ¿Y por qué tendría que irme? -pregunté intrigada.
- Porque mi vida, mi entorno es muy difícil.
- A mi solo me importas tú Malú.
- Sé que acabaras yéndote.
- 'Quédate tranquila' ¿no me decías tu eso?
- Sí..
- Pues eso, quédate tranquila amor. Somos dos amigas pasándolo bien. ¿No es eso lo que tu querías?
- Sí, pero..
- ¿Pero que Malú? -no contestaba- ¿Qué pasa Malú?
- Que siento demasiado por ti. Eso pasa.
- ¿Y qué tiene de malo?
- Que cada día va a más. Y no se dónde vamos a terminar.
- ¿Qué más da lo que pase? Nada va a cambiar cielo, déjate llevar. Que de lo demás se encarga el destino.
- Te quiero, Vanesa. -mi corazón se paró de repente. Cada vez que me decía te quiero se me congelaba el mundo.
- Te quiero, Malú. -dije entre sus labios.
- Gracias. -dijo de la forma que pudo entre mis labios.
- ¿Por qué? -dije separándome medio centímetro.
- Por hacerme tan feliz.
Su boca y la mía no sabían de medidas de longitud, ni de metros, ni de centímetros, ni de milímetros, ni de distancia. Su boca y la mía habían sido hechas para estar fundidas la una con la otra. Y cada vez se gustaban más y sabían coordinar mejor el baile que tanto les gustaba bailar.
- ¿Por qué te empeñas en enseñarme cosas bonitas? -me sorprendió su pregunta.
- No sé, me gusta enseñarte y que te sorprendas.
- Pues puedes parar.
- ¿Por qué?
- Porque lo más bonito que he visto no me lo ha enseñado nadie.
- ¿El qué?
- Tú.
Haz los capítulos más largos por diooo!! jaja
ResponderEliminarMe encanta, ya espero con ansias el siguiente! ;-)
Me he enganchado muchísimo a esta y a mi también se me hacen cortos los capítulos. Deseando que llegue el siguiente y el siguiente y..... GRACIAS. :-)
ResponderEliminarLo estoy leyendo recién ahora, año 2016 y debo admitir que me encanta. Me gusta como jugas con las canciones en el medio. Hace muy poco tiempo soy fan de Vanesa, amo absolutamente todo lo que escribe y como canta, Dios, impresionante.
ResponderEliminarEsto lo lei por pura casualidad y debo admitir que, en un principio, me causo gracia, pero ahora estoy enganchada.
Lo que es o haya sido de ellas dos, no importa, pero me gusta como escribis. Mis saludos desde Argentina.
Espero que esta historia tenga muchos capítulos, no me fije hasta donde llega. No quiero quedar colgada, jajajaja. Saludos