Su repuesta aceleró todos mis sentidos. Apoyadas en la parte trasera de un coche empezamos a besarnos, con muchas ganas.
- ¿vámonos a tu casa no? -le pregunté.
- No se si aguantaré.. -dijo pegando su cuerpo al mío.
- Me encantas tanto... - Le dije volviendo a sus labios con ganas.
De repente sentí sus manos juguetonas colándose por dentro de mi ropa.
- Gorda... No sigas porque te juro que no respondo...
- ¿Sí? - Me dijo susurrándome al oido para después morderme la oreja con picardía.
- Vámonos para tu casa, porque te juro que vas a conseguir que pierda los papeles.
- ¿Y sería muy malo que los perdieras? -En ese momento atacó mi cuello haciendo que mis piernas temblaran.
- uffff Malú...
- Es que me superas... Vámonos porque sino te voy a acabar violando aquí mismo. -Dijo mordiéndome el labio.
Comencé a andar en dirección al coche mientras cogía su mano.
Se nos hizo eterno el camino a casa. Sus intentos de meterme mano mientras conducía. Su forma de mirarme a la vez que se mordía el labio. Su mano en mis piernas haciendo que temblará mi cuerpo.
- Gorda... Por favor... Que te juro que paro el coche. -Se acercó a mi oreja y comenzó a besármela.
- ¿Es una amenaza?
- Es una advertencia.
- Me encantas... Me enciendes de una manera... -Me susurró mientras seguia entretenida en mi oreja.
- Uff...
- Me encanta como se te eriza la piel con el simple tacto de la mía.
- Gorda.... - Mi voz comenzaba a fallarme.
Aparqué el coche en su puerta. Me salí sin mirarla, esperando a que abriese la puerta. Esta vez hice poco caso a su zoológico. Y nada mas cerrar la puerta la empujé contra ella. Tiró el bolso al suelo y dejamos caer nuestros abrigos en el. Nuestras manos se encontraban en cada caricia. Sus cálidas manos con el roce de mi fría piel la erizaba aún más.
- ¿Tienes hambre? -le pregunté con mi respiración entre cortada.
- Mucha.
- ¿De qué tienes ganas?
- De ti.
Tiré de ella hasta que siguiese mi paso. Subíamos las escaleras como podíamos. Se desplomó en la cama. Le quité los pantalones de un tirón. Y ella se incorporó para quitarme los míos.
- Ni se te ocurra moverte. -le dije parando su movimiento.
- ¿Por qué? -me preguntó insistiendo.
- Porque vas a pagar lo que me has hecho en el coche.
- ¿He sido mala? -me preguntó mordiéndose el labio.
- Muy mala. -dije lanzándome hacia ella.
Atrapé sus manos con las mías colocándolas detrás de su cabeza, dejándola totalmente inmovilizada. Lleve mi boca a su cuello rozando mis labios con su piel. Así recorrí todo su cuerpo mientras ella ahogaba suspiros y se mordía el labio. Su cuerpo entero buscaba el mio y yo me hacía de rogar.
- Ufff... Gorda... Estás acabando conmigo...-En ese instante lleve mis labios a su boca y la rocé... Cuando intentó atraparme entre sus labios me aparte y fui en busca de su oreja.- Me estás matando... Me estás poniendo mala.
- Ajaam - Dije besándole la oreja
- Te necesito por favor...-Así volví a su boca, donde sus labios me recibieron como un sediento en busca del agua.
La puse boca abajo, de forma que pude quitarle el sujetador. Dejando besos por toda su espalda. Se dio la vuelta y me quite la ropa mirándola a sus ojos. Ella intentaba rozarme, pero no le dejaba mover ni un solo músculo. Fui bajando por su precioso torso con mi boca y mis manos. Intercalando besos con caricias.
Su cuerpo se arqueaba mientras jugaba con sus pechos. Podía oír como salía de su boca pequeños gemidos ahogados.
- Déjame tocarte Vane. Lo necesito, por favor.
Volví a rechazar su propuesta y seguía con mi juego. Fui bajando con mi boca por su cuerpo. Hasta tirar del filo de sus braguitas. Fui tirando de ellas hacia abajo, poco a poco, hasta que me deshice de ellas completamente. Pasé mis dedos rozando la zona prohibida.
Acaricié su intimidad con toda la suavidad posible. Aumentando poco a poco, y disminuyendo de vez de en cuando.
- Estas siendo muy mala.. -me susurraba mientras se retorcía.
- Así aprenderás que no se puede jugar con fuego.
- Me encanta quemarme de esta forma.
En ese momento hizo un juego de piernas colocándome a mi abajo.
- Ahora vas a saber lo que es bueno...-me dijo apretando su cuerpo contra el mío.
Se deshizo de la poca ropa que me quedaba, hasta quedar las dos completamente desnudas. Su cuerpo y el mío. Piel con piel. Rozándose. Dejándose llevar por la danza que comenzábamos a bailar. Sus dedos juguetones se colaron dentro de mi y los míos le siguieron en busca de su cuerpo. Embestidas al ritmo de nuestros latidos, el sonido de nuestra respiración entre cortada y el susurro a gritos de nuestros gemidos.
- Vane, te quiero. -me decía mordiéndose el labio.
- Te quiero.
- Te quiero. -repitió.
- Te quiero.
Nos decíamos te quiero mientras alcanzábamos el cielo de la mano.
Nos pasamos toda la noche recuperando todo lo perdido. Las ganas que teníamos acumuladas tenían que salir al exterior.
Eran las seis de la mañana cuando ya no podíamos más. Nos recostamos en la cama haciéndonos caricias la una a la otra, mirándonos fijamente.
- ¿Por qué eres tan perfecta? -Me dijo entre mis labios mientras sus manos recorrían cada milímetro de mi cuerpo.
- Porque cada día tengo más claro que estoy hecha para hacerte feliz.
Madre mía madre mia. Esto no puede ser sano. Mi imaginación se ha ido a sitios que no debería XD. Uuuuffff. Espero que la sigas pronto. Pufff sigo nerviosa
ResponderEliminarMi imaginacion se ha perdido demasiado,a más de una le vas a dejar con un calenton JAJAJA
ResponderEliminaruffff si calenton!!!! sigue porfa
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