miércoles, 29 de octubre de 2014

Capítulo 3. El encuentro.

Se abrió la puerta despacio en lo que podía apreciar una mujer mayor, podría tener unos 43 años, más o menos, se acercó a mi amigo y compañero Juan saludándole a él y él presentándome ante la que resultaba ser la madre de Malú, Pepi. No la había reconocido, en absoluto, serían los nervios de volver a encontrarme con ella. ¿Cómo sería ese momento?
- Vanesaaa -puede lograr reconocer ante los gritos de la ahora histérica Malú.
- Hola, ¿qué tal? -dije dándole dos besos que está convirtió en un abrazo.
- Ay, que alegría de verte. No sabía que venías. Haberme avisado mujer. -Si, claro. ¿Por señales de humo? ¿Por telepatía quizás? 
- Mi amigo Juanlu que me ha invitado.
- Ah.. ¿tu novio? 
- Nooo -negué rápidamente- es un compañero de mi oficina.
- Ah ¡vale! Ven que te presento. -dijo tirando de mi brazo.
Me presentó como la nueva promesa de la música en español, me emocionaba que un artista de su talla hablase tal maravilla de mí. Se notaba que había escuchado algo mío, sabía de qué hablaba, incluso puede ver como tarareaba alguna canción.
- Bueno ya va siendo hora de que nos vayamos, ¿no crees Vanesa? -me dijo Juanlu al ver que éramos de los últimos en irnos. Me lo estaba pasando tan bien. 
- De eso nada, ahora hay que celebrarlo. -interrumpió la pequeña de los de Lucía.- ¿os venís a mi casa? 
- Yo no puedo, me espera mi sobrina en casa. -se excusó Juanlu.
- ¿Y tú Vanesa? ¿Te apuntas?
- No quiero molestar, además tienes que estar agotada tanto brinco y tanto salto. -me daba muchísima vergüenza irme a su casa. ¿De qué íbamos hablar esta y yo solas? Qué vergüenza por favor.
- Pero si con la adrenalina que tengo puedo dar tres conciertos más. -incansable la chica.- Venga, vamos, no me hagas insistirte. Me muero de ganas por saber más de ti, saber en qué te inspiras a la hora de componer. Por fiiii -dijo juntando sus dos manos y poniendo pucheritos.
- Esta bien, ¿qué dirección es?
- No te preocupes, yo me voy contigo. -dijo cogiendo sus cosas.
- Pero.. ¿Y la gente? Que yo he llegado andando, te pueden comer viva como salgas así.
- Salgo en el coche de mi hermano, los saludo y me bajo en el paso de peatones de la boca del metro de aquí al lado. ¿Vale? -asentí al oírla- no tardes por fa. Que hace frío.
- No te preocupes, salgo yo primero. -le di un beso en la mejilla para despedirme- ahora nos vemos.
- Dime hasta luego y no adiós..-pude oír como cantaba una de mis canciones. Y mi risa invadió el pasillo.
Yo no era muy conocida, por tanto podría salir sin que nadie me parase, no liaba ningún follón ya que apenas nadie me reconocía. Y allí estaba yo, en mi coche, en mi pequeño Audi negro, esperando a una artista que movía masas. Por suerte pude estacionar mi coche en el lugar de unos contenedores de basura mientras ella venía. De pronto se abrió la puerta del copiloto, me asusté porque no puede lograr ver quién era en un principio. Era ella, escondida dentro de un abrigo negro cuál muñeco michellin. 
- ¡Que frío! -dijo acomodándose en el asiento.
- ¿Cómo has sabido que era este mi coche?
- Hombre, no es que haya muchos coches aparcados con intermitente para elegir, la verdad. -cierto.- Vamos a ver que música llevas puesta. -dijo encendiendo la radio. Sonó su disco. Mierda. Qué vergüenza.- Pues si que escuchas buena música. -dijo riéndose.
- Es que venía preparándome para el concierto.
- ¿Qué pasa que si no, no me escuchas?
- Yo no he dicho eso..
- Entonces, ¿mi música te parece mala? 
- Ay, que no me líes. Si tengo todos tus discos idiota. 
- Eso esta mejor. Así si, ¿ves?
- ¿Para donde tiro? 
- Majadahonda. 

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